Nacido en Punta Arenas en 1971, Christian Formoso Bavich se crió en una familia con ascendencia croata por parte materna. Cursó sus estudios primarios en la Escuela Portugal D-25 y los secundarios en el Liceo Salesiano San José. En la Universidad de Magallanes se tituló como profesor de inglés.
Realizó dos maestrías en estudios hispánicos en las universidades de Villanova y Stony Brook, en Estados Unidos. Finalmente, se doctoró en literatura en la misma universidad, consolidándose como un experto en la lengua y la cultura hispanoamericana.
De vuelta en su alma máter, la Universidad de Magallanes, Formoso se desempeña como profesor en la carrera de Castellano y Comunicación. Su compromiso con la educación lo ha llevado a dirigir la Cátedra Abierta de Pensamiento Hispanoamericano, el Centro de Escritura Académica en Inglés (AWC) y la Dirección de Relaciones Internacionales.
Su labor académica no se limita a Chile. Ha sido Profesor Visitante y Escritor en Residencia en la Pontificia Universidad Católica de Chile y ha desarrollado diversas actividades en universidades de Estados Unidos y España.
Reconocimiento a la obra de Christian Formoso
En 2016, Formoso fue elegido miembro correspondiente de la Academia Chilena de la Lengua en Punta Arenas, un reconocimiento a su valiosa contribución al estudio y defensa del idioma español.
Su obra ha sido reconocida con diversos premios nacionales e internacionales, incluyendo el Premio Binacional Literario de la Patagonia, el Premio Consejo Nacional del Libro a la Mejor Obra Editada en Chile y el Premio Pablo Neruda de Poesía Joven.
La obra poética de Christian Formoso también ha traspasado fronteras. Sus textos han sido traducidos al inglés, francés, alemán y griego, y han sido publicados en antologías de Chile, Argentina, Bolivia, Colombia, Francia, España, Grecia y Estados Unidos.
Ha participado en numerosos encuentros y ferias literarias, nacionales e internacionales, incluyendo la Feria Internacional del Libro de Guadalajara y el Festival de Poesía Hispanoamericana Latinale en Berlín.
Su trabajo ha sido reconocido por la revista de crítica literaria «The Hollins Critic», que dedicó su artículo central a la parte de su obra traducida al inglés.
Premios y distinciones
- Premio Binacional Literario de la Patagonia (1998 y 2000)
- Premio Concurso Nacional 25º Feria Internacional del Libro de Santiago (2005)
- Premio Consejo Nacional del Libro a la Mejor Obra Editada en Chile (2009)
- Finalista del Premio Iberoamericano Lira de Oro (2009)
- Premio Pablo Neruda de Poesía Joven (2010)
- Premio Municipal Ciudad de Punta Arenas (2010)
Obras publicadas
- El odio o la ciudad invertida, autoedición, Punta Arenas, 1997
- Memorial del padre miedo, autoedición, Punta Arenas, 2000
- Los coros desterrados/ Estaciones cercanas al sueño, Editorial Universidad de Magallanes, Punta Arenas
- Puerto de hambre, Universidad de Magallanes, Punta Arenas, 2005
- El cementerio más hermoso de Chile, Cuarto Propio, Santiago de Chile, 2008 (Ofqui Editores, Temuco, 2016); traducción al inglés de Terry Hermsen y Sydney Tammarine: The Most Beautiful Cemetery in Chile, Green Fish Press, Ohio, USA, 2015
- bellezamericana, Cuarto Propio, Santiago, 2014
- El milagro chileno, Biblioteca de Poesía Chilena Pablo Neruda, Fundación Pablo Neruda, Santiago, 2018
- WWM —Walt Whitman Mall—, Provincianos Editores, Limache, 2020.
Selección de poemas de Christian Formoso:
Dos mujeres cercadas por el atardecer
I
—Oh dios, levanta mi cabeza sumergida en este ancho caminar de los abismos. Demonios me han vencido, me han traído su correa de lamento, de fuego alimentado con sangre, hecho pálido desvelo en la llama de una promesa impura, escondida como ando y temblando, entre los árboles, escondiendo mi pecho sediento. Y le doy agua con su boca de mañana, y le doy de comer con su mano escondida en lo hondo de las hojas, en la suya madera húmeda del bosque que recibe mi mancha como una hora de crepúsculo en su guante enrojecido, en mi boca enrojecida, con las paredes echando aire por hablar sin boca ni denuncia. Es todo lo que doy de mí estas noches, tendida a su lado como un río de calores y de sombras transformadas. No tengo otra esperanza más que ver, este día llegando hasta la noche.
II
Hijo, mío amado hijo de piedra, esta cárcel de tierra me aleja de tu mano echada en la marea, de tu voz que viene a cerrar mi sangramiento, estoy lavando tu nombre y disputándolo a los muertos. Y ahí va – dicen los otros– mostrando mi mortaja, mi resto coagulado de alegría. Pero dolor, promesa de mi gozo, aire de mi lecho abandonado y taciturno ¿qué cortó tu respiro, hundido en la espesura de la muerte y de este bosque, ahogado en la rompiente de mi llanto? Yo habría andado por ti hasta las horas más frías, y habría hecho por ti una nave feliz yendo a otras estaturas. Mas ya no puedo estarme quieta, tranquila entre el desvelo y la luz muerta, sabiendo que te llamo y por respuesta hay un coro de palabras no dichas y enterradas, que no tengo otra esperanza más que ver, este día llegando hasta la noche.
Piedra con cicatriz
La piedra bajo el cemento
y la brizna de pólvora
en el paso perenne del pasto
vibran bajo el volumen
compacto del bordado.
La piedra bajo el cemento
calzada en su vibración
quiere escapar a otra mezcla
subir su pólvora seca
hasta los palos de luz.
La piedra quiere explorar
el concreto vertical
subir al fondo de sus vocales
hurgar su fuerza desprevenida.
Luego sanarse y fluir
por un atajo sorpresa
de arterias luminosas.
Silenciosa como siempre
pero liviana.
Y alada.
Y sagrada.
1
Su luz extendida.
Luego perfecto las bocas del cuerpo
expuestas en ventanas genitales
en pasillos interiores.
Su desplazamiento.
De la punta del pelo encanecido
al borde de las uñas de los patios de comida
y espejos urinarios.
Sus etiquetas.
Bajo las astas del casco del sueño
a los delirios animales de la escena
y los reflejos vestidos vendidos.
Con una catapulta
para arrojar caretas.
Con pies de maniquís
y ventanas venéreas.
Las escaleras.
Dando a los postes de luz
y los hitos a las bocas
de endriagos adormilados.
Los pasillos.
Con tráqueas de cartón
e interiores enlazados
con vetas venas hilvanes.
Los ascensores.
Las estepas vasculares
los cuerpos cavernosos
trasladando piso a piso el estruendo.
Con garras móviles
y tendones a la vista.
Con pabellones monstruosos
y jergones y sábanas.
2
Algunas zonas del interior
siguen la idea de un bosque.
Otras evocan rocas y cuevas
la arquitectura fugaz del agua.
Las columnas.
En forma de árboles
brotan contiguas al techo
el domo entrelaza las ramas
con nidos pájaros sogas.
Las ventanas.
Nácares cristalinos y glaucos
algas microscópicas que filtran el sol
y dominan las membranas de la luz y de la sombra
que alimentan la obra.
El techo.
Dos pantallas solares
siluetas de colibrís cuando se abren
enormes alas blancas cuando se posan.
Noventa toneladas de sombra.
En los cantillos de los pasillos
siempre corre un aire fresco.
Que no provoca visiones
sino sed, mucha sed.
Su exoesqueleto.
Respiración fundida
palpos de anillos de anémonas
atrapan calor en el día
que de noche vuelven hueso.
La estructura.
Imita la corteza de una piña
el botón de un girasol
el caparazón de una caracola
sigue creciendo año a año
late procazmente.
Con el tiempo su forma
semejará las alas de una libélula.
Mucho más tarde
los ojos de una mosca.
Fosa Pisagua
Hallada por denuncia delito de inhumación. Hallados cuerpos: siete detenidos–desaparecidos, doce ejecutados, dos o tres personas sin nombre.
Nota:
Bolsa 20: Instituto Médico Legal. Pendiente.
Fosa La Ligua
Instituto Médico Legal: restos de hombre, 45 a 48 años de edad, 1.78 a 1.80 m. Pelo castaño a rojizo. Fractura craneana. Causa de muerte indeterminada. Enviado de regreso al Juzgado de La Ligua.
Fosa Chihuío
Por denuncia de inhumación y exhumación. Comprobado: restos de dieciocho asesinados, inhumados y exhumados ilegalmente. Llevados a destino desconocido.
Fosa Constitución
Osamentas de dos mujeres y tres hombres. Causa de muerte indeterminada. Enviadas de regreso al Juzgado del Crimen de Constitución. Acompañaban los restos una vaina de proyectil, una moneda de un peso.
Pabellón de los nombres
1
Credo invencible de los pasos en la madera. Para que escuches la respiración escribiendo bajo el techo del pabellón. El transeúnte hinchado entre los eslabones cometidos. Los pasos del hielo quebrándose en la laguna.
2
Tras el óxido de las puertas haz el seco juramento. Abotona una palabra a tu corazón. Al débil ojal de tus extremidades. Al viejo cierre de tus huesos. Verás nombres que son puertas tras las puertas. Y van desnudos.
3
Entonces pide la llave para abrir esos nombres. Las herencias hermosas no caben en una pieza cerrada. Y enciende una vela para quemar el oxígeno que respira la muerte.
4
Tras la puerta de tu nombre encontrarás monedas y un ánfora. El reverso de las monedas tiene un rostro de muerte. Míralo a la luz de la vela. Los espejos tienen forma de moneda.
5
Ahora escucha a los que llaman en lo antiguo. No olvides pedir la juventud antes de pedir la vida eterna. Junta las monedas que necesites para el viaje y tiéndete. Con una moneda sobre tu boca. Y habla.
Inauguración de la primera sucursal del McDonald’s dentro del cementerio más hermoso de Chile
Nota LPA, dic. 2004
“Punta Arenas es una tremenda
oportunidad de negocios
porque se trata del cementerio
más hermoso de Chile.”
El ejecutivo local
señaló que McDonald’s
Cementerio garantiza
calidad y servicio
como en otros países.
En total, el local
de comida cuenta
con 35 trabajadores
todos de la zona.
“Este año proyectamos
45 millones
de dólares de ventas
en Chile y las metas
se van a cumplir.”
Agregó que esperan
durante el próximo año
llegar hasta los 50
millones de dólares.
En estos días, el presidente
de McDonald’s Chile
resaltó las utilidades
alcanzadas el 2004.
“Después de Puerto Rico
Chile es la plaza
con mayor intensidad
competitiva del mundo.”
Por ello, la empresa
tiene presencia
en el 97,7%
de los grandes
cementerios chilenos.