En Villarrica, donde el lago espejea volcanes y el viento huele a leña húmeda, Pamela Alarcón acaba de soltar un anhelo que llevaba años gestando. Verde Sur, su nuevo disco, es un trabajo de 5 canciones que respiran naturaleza,. Una pieza de folk con acento sureño que se instala en la balada latinoamericana con madurez y delicadeza.
La voz de Pamela —cantautora y actriz— es aquí brújula y refugio. Sus letras, cargadas de biografía y de ese vínculo irreductible con la tierra, se acompañan de cuerdas, teclados, instrumentos andinos y arreglos que no temen dejar espacio al silencio. «Cada canción representa un momento diferente: el impulso de migrar, sentirse perdido, la belleza de criar, reconocerse en otro y echar raíz con amor profundo», dice Pamela.
No es un disco extenso, pero sí intenso. Cinco canciones bastan para trazar un territorio: el impulso de partir, la sensación de estar perdido, la intensidad de criar, el espejo de otro y la elección de echar raíces.

Pamela Alarcón y su disco que respira sur
Verde Sur es folk, pero también es teatro íntimo, relato biográfico y paisaje sonoro. Las cuerdas conviven con charangos y quenas; los teclados de Javier Barría acarician melodías que recuerdan a la niebla que se posa sobre el lago. La producción de Claudio Rojas se siente como un diálogo, no como un molde: hay espacio para el error, para el hallazgo, para dejar que las canciones respiren.
En la batería y el bombo legüero de Cristian Carvacho, en el contrabajo de Patricio Rojas y las zampoñas de Miguel “Mele” León, hay algo que no se aprende en academias: la textura de lo vivido. Y eso es lo que Pamela ha hecho desde que decidió estudiar la voz con maestras como Valentina Payeras y Arlette Jequier: convertir la experiencia en materia sonora.

De Huaico a Verde Sur
Pamela no es nueva en los caminos musicales. Antes de este EP, fue la mitad del dúo Huaico junto al cantor Carlos Huaico Gárate, con quien recorrió Chile y Argentina llevando un folk rock de corte poético. También exploró la música para infancias con Pequelia descubre los colores, demostrando que su versatilidad no es un recurso, sino una consecuencia natural de su curiosidad.
Con Verde Sur, sin embargo, el gesto es distinto: no se trata de inventar nuevos caminos, sino de reconocer los propios. El sur no es solo un lugar geográfico, es una pulsión que la empuja a cantar como quien cuenta un secreto.
Ah, y si no te olvides de seguir a Pamela en su cuenta de Instagram.

