En una época donde todo parece programado, editado y calculado, KHEA elige el camino inverso: lo crudo, lo sucio, lo directo. Con su nuevo single “Oreo de Fresa”, el referente del trap latinoamericano vuelve al barro, al sexo sin metáforas y a la música como un espacio para el deseo sin censura.
Lejos del tono introspectivo de su anterior lanzamiento, “Dices”, esta vez KHEA baja las luces y sube el calor. El beat es denso, la voz se arrastra con picardía y las imágenes —registradas con cámaras VHS durante una noche real de fiesta— completan una atmósfera descontracturada, urbana, erótica. El trap de los callejones húmedos, de la respiración agitada, de la fantasía dicha en voz alta.
Sex trap con sabor explícito
“Oreo de Fresa” no pide permiso. Es una canción que juega sin filtros, que explora el sex trap con una narrativa frontal, descarada, sin la menor intención de suavizar las cosas. Es, también, una declaración de principios: KHEA no va a seguir fórmulas, no va a repetir lo que ya hizo. Va a provocarte, o no va a hacerlo.
“Ustedes querían trap y el trap no se va de mí”, escribió en redes. Y lo que vino después fue fuego: imágenes borrosas, luces bajas, cuerpos en movimiento, y una estética lo-fi que remite a los primeros videoclips del género. Todo en sintonía con el EP que se viene, donde el artista promete un regreso a su versión más visceral y callejera.
La cuenta regresiva para Trapicheo
El lanzamiento de “Oreo de Fresa” coincide con la previa de uno de los hitos más importantes en la carrera de KHEA: el concierto “Trapicheo” en el Estadio Obras de Argentina, que se celebrará el 27 de junio y ya agotó localidades. Será una fiesta en vivo del mixtape “Trapicheo: El Don”, el trabajo que reavivó el fuego de sus inicios y lo reposicionó como uno de los artistas más versátiles del trap hispano.
KHEA, mutación constante con la esencia intacta
Desde sus primeros freestyleos en las plazas hasta su coqueteo con el pop y la balada, KHEA ha sabido moverse, cambiar de piel, reinventarse. Pero hay algo que no ha perdido: la conexión con su raíz, con esa energía de barrio, de fiesta sudorosa, de noches sin guion.
“Oreo de Fresa” es testimonio de eso. Una canción que no quiere gustar a todos, sino encender a quien quiera escucharse sin pudores. Una provocación sincera en medio de tanto trap plastificado.


