Noche de Brujas celebra 25 años en el Movistar Arena

Hay aniversarios que se celebran con velitas y torta, otros con fuegos artificiales, y luego está esto. El 1 de noviembre, cuando el calendario se disfraza de misterio y azúcar, Noche de Brujas decide tomarse la noche con el descaro de quien lleva 25 años haciendo bailar a un país entero. La cita es en el Movistar Arena. Y no hay nada más que decir: ahí hay que estar.

Porque si la música tropical tiene una voz, esa voz se llama Kanela. Y si tiene un corazón, late al ritmo de Noche de Brujas. Con éxitos que han sonado desde Iquique hasta Punta Arenas, la banda que nació para mover caderas se planta ahora frente a su cuarto de siglo con una fiesta en formato mayúsculo: invitados especiales, clásicos que todos hemos tarareado en alguna fonda, y una puesta en escena que —dicen— será digna de una verdadera noche de brujas.

De Viña del Mar para el mundo

Lo suyo no ha sido un paso en falso. Desde su fundación hasta el podio del Festival de Viña en 2015 y 2020, el grupo ha escrito su historia con letras doradas y mucho Copihue. Su canción “Al sur del mundo”, himno no oficial de la Copa América 2015, todavía resuena en la memoria de una generación entera que celebró con lágrimas, goles y cumbia.

Con Kanela al frente —voz, figura, chamán del ritmo— Noche de Brujas ha llevado su música a escenarios internacionales sin olvidar jamás sus raíces. Es esa mezcla de identidad y goce la que los ha transformado en uno de los fenómenos más queridos del panorama tropical chileno.

Una noche para celebrar los 25 (y contar los que vienen)

El Movistar Arena se prepara para una transformación: luces, calor, fiesta. La noche del 1 de noviembre se convertirá en una pista de baile colectiva donde no faltará nadie. Desde los fanáticos de siempre hasta los curiosos que quieren saber por qué una banda puede sobrevivir, crecer y seguir llenando recintos como si nada hubiera cambiado.

Y quizás ahí esté el secreto: Noche de Brujas no solo ha hecho música; ha construido momentos. Ha sido la banda sonora de asados, amores y despedidas. Por eso, esta celebración no es solo suya: es también de quienes alguna vez cantaron sus canciones con una cerveza en la mano y el corazón latiendo fuerte.