Quizá un vagón de metro atestado, una servilleta arrugada sobre el escritorio o el vapor que se escapa de una taza antes de que suene el teléfono.
Victoria Galleguillos Alvear se mueve en esos segundos y les da forma de haiku con su nuevo libro titulado Haikus de oficinista, publicado por Editorial Forja, donde captura escenas microscópicas del mundo laboral con una precisión que recuerda que, incluso entre carpetas y pantallas, hay belleza para quien se detenga a mirar.
No es la primera vez que la poesía se mete en un cubículo. En 1956, Mario Benedetti publicó Poemas de la oficina, retratando con ironía y ternura las ocho horas frente al escritorio: sueldos, licencias, asientos incómodos y la sensación de que la vida pasa al otro lado de la ventana. Décadas después, el argentino Fernando Aíta en Poemas para no ir a trabajar o el estadounidense Philip Levine en What Work Is también encontraron en el trabajo diario un filón para hablar de dignidad, hastío y pequeñas rebeliones.

Galleguillos se suma a esa conversación, pero desde el filo de lo breve: versos nacidos entre 2017 y 2025, escritos en buses, pasillos y pausas de café. No buscan grandes gestas ni épicas corporativas, sino esa chispa mínima que detiene la maquinaria un instante.
En tiempos en que lo urgente devora lo importante, la autora —abogada, académica de la Universidad de Chile y haijin reconocida en certámenes como el Concurso Nacional de Haikus— propone un ejercicio de resistencia: observar. Sus textos ya fueron parte de Haikus de cuarentena (2020) y ahora vuelven con esta nueva entrega, disponible en editorialforja.cl y librerías de todo Chile.
Quizá no cambie la rutina, pero sí puede torcer la mirada. Y eso, en la oficina, ya es un triunfo.
Dónde conseguir Haikus de oficinista

El libro ya está disponible ya en editorialforja.cl y en librerías. En formato físico, ideal para tener a mano en la oficina; muy pronto también en digital, para leer desde el celular entre reuniones.