La noche del 5 de julio de 2025, Villa Park en Birmingham fue testigo de un acontecimiento irrepetible: el último concierto de Black Sabbath con su formación original. El evento, titulado Back to the Beginning, reunió a Ozzy Osbourne, Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward sobre el escenario por primera vez en dos décadas, cerrando así el círculo iniciado en 1968 en la misma ciudad que vio nacer al heavy metal.
La expectación era global. Las entradas se agotaron en minutos y millones de fanáticos siguieron la transmisión en streaming desde todos los continentes. El cartel fue tan ambicioso como la historia de la banda: Metallica, Slayer, Pantera, Guns N’ Roses, Tool y otros íconos del rock y metal acompañaron la jornada, bajo la dirección musical de Tom Morello, en una celebración que excedió cualquier despedida convencional.
Además fue hosteado por el tremendo Jason Momoa quien no se guardó nada de su emoción y su alegría por estar en el escenario que se levantó para darle realce y valor a los creadores del Heavy Metal.
Ozzy Osbourne y el último ritual desde su trono
La salud de Ozzy Osbourne, marcada por años de batallas contra lesiones y Parkinson, no impidió que el “Príncipe de las Tinieblas” ofreciera su última actuación solista. La imagen de Ozzy emergiendo desde un trono —un gesto tan teatral como necesario— resumió la resiliencia de un artista que se niega a ceder ante el tiempo. Su setlist, breve pero simbólico, incluyó clásicos como “I Don’t Know”, “Mr. Crowley”, “Suicide Solution”, “Mama I’m Coming Home” y “Crazy Train”, acompañado por Zakk Wylde, Tommy Clufetos, Adam Wakeman y Mike Inez.
Estas fotos del maravilloso fotógrafo Ross Halfin dan cuenta de la magnitud de la reunión y del concierto.
El propio Ozzy, en declaraciones previas, reconoció el peso de este momento: “Todo debe llegar a su fin. Pensamos que era el tiempo de decir adiós y, tras el éxito de 13, queríamos terminar con un broche de oro”.
La emoción fue palpable; incluso en la distancia, la voz de Osbourne —a veces quebrada, siempre genuina— transmitió la magnitud del adiós.
Black Sabbath: Reencuentro y legado
El verdadero clímax llegó cuando los cuatro miembros fundadores de Black Sabbath se reunieron para interpretar los himnos que definieron el género: “Paranoid”, “Iron Man”, “War Pigs”, “Black Sabbath”, entre otros. Aunque el setlist oficial completo no fue publicado al cierre de esta edición, la estructura del show y la tradición de la banda permiten afirmar, con base en múltiples fuentes y coberturas en tiempo real, que los clásicos de la primera etapa con Ozzy dominaron la noche.
La reunión de Bill Ward, ausente en la despedida de 2017, fue especialmente significativa. Según palabras de Tony Iommi y Sharon Osbourne durante el anuncio del evento, la intención era “volver al principio” y rendir tributo a Birmingham, “el verdadero hogar del metal”.
Un rito global, un cierre sin sustitutos
El impacto de Black Sabbath trasciende generaciones y geografías. Como recogen testimonios de músicos y medios especializados, la banda no solo inventó el heavy metal, sino que supo mantener su integridad artística a lo largo de más de cinco décadas.
El concierto, además de su valor simbólico, destinó sus ingresos a organizaciones benéficas de Birmingham, reafirmando el vínculo de la banda con su comunidad de origen.