Desde un rincón enigmático de la escena musical Nella Zola irrumpe en mi conciencia a través de Instagram. Su llegada fue sutil, pero ineludible: se puso en contacto con el fin de que la ayudáramos en la difusión de su proyecto: “Hola amigos! Acabo de estrenar nueva canción y videoclip. Hay posibilidad de hacer un post reel? Quedo atenta :)”
Me encantó que “hiciera la pega”. Amé que nos hubiera escrito.
La busco. Casi no la encuentro. Lo primero que aparece de ella en Internet (además de sus redes) es un breve artículo en la “Revista de Los Jaivas”, escrito por Fernanda Schell a quien conocí una tarde mágica del 2022 en la Batalla del Tatoo. Me pareció un buen punto de convergencia. Un buen punto de partida.
Escribo su nombre en Youtube y saltan 1.03 k seguidores y 17 videos. “Rumbo”, un clip filmado en Colombia es el destacado. Lo miro sin audio mientras escucho que pasa por detrás uno de mis hijos, cantando Violeta Parra y así se fusionan los mundos de Nella Zola y la tradición musical chilena en un instante que parece encantador. Segundo punto que me hace sentido. Parece una buena señal.
Le escribo desde mi cuenta personal. Le dejo mi Whatsapp para ver qué podemos hacer. Pasan los días y no responde. Lo último que veo de ella es que estaba actuando en un mall.
Quizás la cagué, pienso.
Mientras espero veo sus videos intentando conectar con su trabajo. Sus canciones son muy diferentes entre sí, pero de tanto escucharla, me aprendo “Rumbo”. Rico el ritmo, buena onda, hasta que me pillo cantando: “ni el camino define hacia dónde voy. No hay mapa ni ruta, nada que interrumpa, sólo sé que voy”. ¡Bingo! Aquí hay algo. Después de todo, parece que ambas estamos en un camino en el que no hay plan B. ¡Tres puntos buenos!
Vuelvo a insistir, esta vez, a través de la cuenta de Fanky. Responde al segundo. Ya tengo pensadas algunas preguntas con la información que encontré disponible en sus redes y me lanzo, no sin antes advertirle que es una primera aproximación. Responde a través de mensajes de audio extensos y francos.
De todo lo que dijo anexo a lo musical, me llamó la atención su profundo amor por la cocina y que encuentra en ese espacio una forma de expresar su cariño, convirtiendo la comida en un medio de expresión y afecto.
También resonó su compromiso con la familia y su fuerte tendencia a priorizar las relaciones íntimas. Me contó que su círculo de amistades es pequeño pero de relaciones que han resistido el paso del tiempo.
La discreción es quizás uno de los rasgos más característicos de Nella. “Por ejemplo, nunca en la vida me he puesto bikini en la playa. Siempre he estado con short. Soy pudorosa con mis piernas”, dijo, a la hora de elegir algunas peculiaridades distintivas de su personalidad. Además, el sol y su piel no se llevan bien, ya que le hace mal y se pone roja.
Nella se reconoce como una persona franca y directa. Dijo que no tiene reparos en expresar sus emociones y opiniones y que, si algo la inquieta, lo comunica sin reservas, sin dudar en levantar la voz contra la injusticia. También le parece que su sensibilidad es un rasgo distintivo. Las lágrimas brotan con facilidad, reconoció en uno de sus audios.
Luego de la conversación, me queda claro que Nella Zola, es una de las cantautoras emergentes que intenta la monumental tarea de ser revelación. Con su exquisita voz busca, como tantos, abrirse un espacio y encontrar un lugar en el repertorio nacional. Tiene las ganas, el compromiso, tiene el Fuá; pero como lo anticipa su nombre, está sola. Quizás demasiado.
Licenciada en música de la Universidad Católica, como artista, ha explorado diversos estilos musicales, incluyendo el funk, el soul, el R&B y conversó generosamente acerca de su carrera, su pasión y las dificultades que ha tenido que enfrentar para sacar adelante su proyecto musical.
El comienzo
Su carrera en la música comenzó de manera afortunada, cuando su hermana mayor partió con clases de guitarra. Aprovechó la oportunidad para colarse en las lecciones y, más tarde, cuando su hermana se interesó por el piano, Nella continuó tomando clases con el profesor que solía visitar su casa. Estas clases no solo se centraron en la guitarra, sino que también incluyeron enseñanzas sobre teoría musical y el círculo de quintas. Fue durante este tiempo que comenzó a componer sus propias canciones en inglés, influenciada por artistas como Evanescence, Coldplay, y Blink-182.
A medida que crecía, Nella desarrolló un interés en el canto y se sometió a lecciones vocales con varios maestros. Finalmente, se convirtió en profesora de canto en la School of Rock.
“Cuando empecé a crecer, le dije a mis papás que me interesó tanto más el canto porque, como comencé a componer, empecé a cantar y partí así con clases vocales. Tuve la suerte de tener muchos profes de canto, estuve con la Jeannette Pualuan en La Moderna, estuve también con la Claudia Pereira en La Chile, estuve con la Arlette Jequier de Fulano también con clases particulares en su casa y después ya me lancé sola. Ahora actualmente soy profe de canto en School of Rock, que es una escuela de música pero no una universidad formal ni una academia formal sino que es como un club en donde en realidad se pasa re bien y hacemos hartos shows y está súper enfocado como a la práctica más que a lo académico.”
Nella en banda: un camino truncado
Antes de convertirse en “Nella Zola” tuvo algunas aproximaciones a trabajar en bandas. Pasó cuatro años inmersa en el seno de Sayondread, una banda de reggae de Talagante, con la que pasó por experiencias llena de desafíos y gratificaciones. Los escenarios amplios, como el festival de Talagante, ofrecieron instantes memorables; sin embargo, dicho proyecto encontró su fin, quedando atrás en la trayectoria musical de Nella.
Su espíritu perseverante la llevó a fundar más tarde la banda de folclore fusión Pétalo de Agua, aventurándose por caminos igualmente prometedores. Aunque la fama no estuvo a su alcance, participó en concursos y, de manera destacada, se alzó con el premio a la Mejor Intérprete en el Festival de La Vendimia de Molina.
El empeño de Nella por perseverar como parte de una banda, tratando de evitar la soledad artística, le mostró que la construcción colectiva es una senda empinada. La alineación de voluntades, el ímpetu, y la pasión compartida no siempre se mantienen uniformes en un conjunto musical. La labor creativa y la composición en equipo resultaron desafiantes, y revelaron la complejidad inherente a la dinámica de grupo.
De esta forma, Nella le hizo frente al desafío de mantener su carrera musical, valorando la camaradería en el proceso artístico, aunque reconociendo que, en muchos aspectos, el camino en solitario podía presentarse como una alternativa menos ardua. En esos momentos, la cuestión monetaria, tal vez, no fuera el principal obstáculo, pero los desafíos de índole interpersonal y creativa seguían siendo notables en la búsqueda de su lugar en el mundo de la música.
Nella Zola y sus principales desafíos
Aunque tiene estudios académicos universitarios (que algunos pudieran llegar a pensar que es un plus ultra), Nella ha tenido que enfrentar diversos desafíos en su carrera. Lo primero que destaca es que su paso por la universidad la obligó a darse “la vuelta larga”:
“Yo quería estudiar en La Moderna pero mis papás como que me presionaron un poco para estudiar en La Católica porque, como me había dado el puntaje de la PSU, encontraron absurdo que no estudiara en una universidad estatal, ya sea La Chile o La Católica, entonces estudié en La Católica pero yo siento que eso igual me hizo darme la vuelta larga porque estudié muchas cosas que no uso, que no aplico y perdí mucho tiempo en el que podría haber estudiado Armonía Popular, por ejemplo, antes de haber estudiado Armonía Clásica. Cosas así me hicieron atrasarme pero quizás me dieron una visión más general de la música. Pero, sin duda me atrasé y no logré hacer los contactos como los que quizás podría haber hecho si me hubiera ido a la Pro Jazz o a La Moderna.”
La falta de recursos económicos también ha sido un obstáculo importante, ya que crear música y producir videoclips puede resultar demasiado costoso.
“Al final he tenido que dejar de “darme el lujo” y trabajar mucho. Yo trabajo mucho mucho mucho, hago muchas clases para poder invertir todo en mi carrera y al final igual la embarro porque me paso, porque termino endeudándome o llegando a mal a fin de mes o qué sé yo. Entonces al final, por salud mental, también dije “este año no voy a lanzar el EP, voy a enfocarme en mi salud mental y en esas estoy tratando de parar un poco la marcha. Soy de carne y hueso, soy sola y esto es lo que puedo hacer y lo que puedo ir edificando poco a poco.”
También ha tenido que lidiar con la presión de definirse en un género musical, lo que a todas luces, para ella, de alguna forma ha limitado su versatilidad y creatividad.
“También el tener que definirme siempre ha sido una gran dificultad. Como industria te obligan a definirte en un estilo y a mí, que soy melómana y compositora y me encantan todos los estilos musicales la verdad, eso me ha jugado un poco en contra porque quizás el no definirme ha hecho que me cueste más difundir mi material, porque hay tantos medios pero no todos los medios son para todos los tipos de música. Entonces, también por lo mismo me quería meter más en lo urbano, para poder tener más difusión ya que hay muchos más medios urbanos y porque me gusta mucho el latin y el latin se fusiona bastante bien con el urbano.“
Influencias: mujeres
En cuanto a su relación con la música nacional, señala que son varias las artistas chilenas que la motivan y son referentes, reconociendo que sus influencias son mayoritariamente femeninas.
“En lo chileno me inspira mucho la Ana Tijoux, “1977” y toda esa onda con bronces que tiene que me fascina. Como me gusta el latin, los bronces me vuelven loca. Lo mismo Mon Laferte. Pues cuando lanzó esa canción “El Beso”, yo quedé loca por la sonoridad latín o esa salsa “Porque me fui a enamorar de ti”, o incluso esa ranchera, “Se me va a quemar el corazón”. Mon Laferte es un referente para mí, siempre lo ha sido y hasta el día de hoy. O sea, esa canción que sacó recién “No Más Sad” me dejó loca. La frase “Hay unos pocos que tenemos talento”, me fascina. Yo también me siento talentosa y me gustaría que la gente me conociera y poder representar a mi país también y dejarlo en alta. Creo que se puede mediante la música y La Mon lo está haciendo. Está dejando súper alto el nombre de Chile, creo yo. ¿Quién más? Me encanta el profesionalismo de Paloma Mami, el video último, el equipo de trabajo de Cami Grandi y todo, Abril Conbe. Increíble, las gráficas, todo eso, inteligencia artificial. Creo que mis referentes son mujeres, sin duda. La KYA, su último video también, ¡que onda los bailes, todo el vestuario! Me gusta mucho. Aura Bae, también me encanta su trabajo.
Colaboraciones no tan colaborativas
A pesar de su aprecio por lo nacional, las colaboraciones le han resultado un tema esquivo e incluso problemático.
“También le he preguntado a gente para colaborar y no me han pescado, no han querido, no me han contestado siquiera. También eso de la sororidad igual es un poco falso porque me ha pasado mucho con mujeres también, no sólo con hombres, entonces las dificultades son, por una parte económicas ya que, para tocar siempre me piden una cantidad de público o a veces como te digo no me contestan. En Casa Conejo, por ejemplo, he tratado mil veces de tocar ahí y no he podido, lo mismo con Citylab. Yo veo que hartos tocan ahí, pero tampoco me contestan, no me dan fecha, no se concreta.”
Proyecciones futuras
Pero aún así, viendo la pendiente cuesta arriba, Nella avizora un futuro y continúa proyectándose como artista.
“Me quiero meter en la industria, pues siento que todavía no estoy en la industria de lleno. Quiero establecerme con un EP, que obviamente es un “larga duración”, ya que implica un poco más de seriedad también; más que un single; y hacer un show de lanzamiento, ojalá ese show grabarlo y subirlo a YouTube. Quiero subir también las sesiones acústicas de mis canciones que tengo grabado en vídeo y no las he subido, y quiero tratar de tocar en vivo, puede ser mi siguiente paso, tocar en vivo, pero ojalá con más gente, o en festivales, para poder asegurar un poquitito de público, ya que como no tengo tanta fanaticada, claramente necesito tocar con más gente, o compartir escenario con otros artistas, así que esa es como mi meta, y seguir haciendo música, pero en la medida que pueda también a mi ritmo, tranquila, porque igual siento que este año me sobrepasé y fui más allá de lo que debería haber ido por salud mental, me sobrepasé. Entonces espero tratar de equilibrar un poco mi vida personal con mi carrera y seguir trabajando extra todo lo que pueda, fechas en malls, matrimonios, clases de canto ya sea particulares o en la escuela, siempre trabajando para poder invertir.”
Proceso creativo
El proceso creativo de Nella es una travesía inusual, donde cada canción se gesta de manera única. Puede empezar con la letra, una progresión armónica, un concepto, o incluso una idea sonora que fusiona diferentes estilos musicales. La espontaneidad juega un papel crucial en su método, y en ocasiones, una canción completa puede nacer en el estudio mismo, sin preámbulos. Otras veces, lleva una visión bien trazada y elaborada.
La colaboración con diferentes productores también añade variabilidad al proceso. Algunas canciones toman forma en línea, trabajando con un productor a distancia, mientras que otras se gestan de manera más presencial. La versatilidad de su enfoque creativo se adapta a las circunstancias y a las herramientas que tiene a su disposición.
Nella Zola es una autora incansable, constantemente generando ideas y conceptos para sus canciones. Ya sea tomando notas de frases, palabras, historias, o sacando capturas de pantalla de elementos inspiradores en las redes sociales, su mente está siempre activa, abierta a la influencia de colores, vestimenta, imágenes y otros estímulos que incentivan su creatividad. Su proceso compositivo es un viaje impredecible.
Maximalismo: el toque de Nella
Un rasgo distintivo de Nella es su enfoque en el maximalismo, lo que significa que le encanta exagerar en su estilo personal. Esto incluye el uso de abundantes y estrafalarios accesorios como coronas y sombreros extravagantes, así como la combinación de prendas de ropa poco convencionales y la elección de colores audaces.
A pesar de las críticas o comentarios negativos que pueda recibir, Nella abraza su estilo exagerado como una fortaleza que la diferencia de los demás, y está decidida a seguir sus instintos y gustos personales, sin importar lo que opine el resto.
“Eso creo que es importante igual decirlo, porque eso se ve reflejado en mis vídeos y es algo que al principio pensé que estaba siendo incomprendida, por lo que decía la gente, pero que ahora creo que es una fortaleza y me diferencia y voy a seguir mis gustos a pesar de lo que la gente diga. Aunque la gente diga que es feo o que es demasiado exagerado, muy grande o etcétera, si a mí me gusta voy a tratar de seguir mis instintos.