La cuarta noche del Festival de Viña del Mar fue testigo de un despliegue artístico sin precedentes. Bajo el resplandor de la Quinta Vergara, Anitta, conocida como la «Garota de Río», cautivó al público chileno con un show que fusionó música, sensualidad y compromiso social.
Desde sus primeros acordes hasta el vibrante cierre, la estrella pop brasileña demostró por qué es considerada una de las artistas más influyentes del panorama musical mundial.
Anitta brilla en el escenario
Con un derroche de energía y talento, Anitta inició su presentación con el éxito «Machika», desatando la euforia entre los asistentes y marcando el tono para una noche inolvidable.
A lo largo del espectáculo, la cantante sorprendió con una selección de sus mejores canciones, entre las que destacaron «Envolver», «Bellakeo», «Downtown», «Funk Rave», «Boys Don’t Cry» y «Mil Veces», esta última posicionada en el número 1 de las listas radiales del país.
Gestos de solidaridad:
Además de su impecable performance sobre el escenario, Anitta conmovió al público al anunciar que donaría el vestuario utilizado durante su presentación en el festival.
Este gesto solidario no solo evidencia su compromiso con las causas sociales, sino que también motiva a seguir ayudando a las personas afectadas por los recientes incendios en la V Región de Chile.
