La calurosa noche del viernes 23 de febrero en Tucapel se vistió con el calor pegajoso propio del verano. Luego de un día perfecto para darse un chapuzón en el río Laja, la ciudad, conocida por su tranquilidad, estaba a punto de experimentar una explosión de sonidos en el estadio municipal de Tucapel gracias al show El Cóndor, organizazo por la Municipalidad.
Cerca de las 21:30, el escenario y la pantalla se iluminaron, las luces del estadio bajaron y la pequeña multitud, impaciente pero emocionada, esperaba ansiosamente el espectáculo de Bastián D’Amonte, también conocido como AK4:20. Este músico talquino, coterráneo de Marcianeke y parte fundamental de la escena de la música urbana chilena, estaba listo para hacer temblar la noche.

La espera valió la pena cuando AK4:20 apareció en el escenario, irradiando simpatía y confianza. Con su estilo y letras el artista rápidamente embarcó al público en su rumbo musical.
La multitud, compuesta por fanáticos de todas las edades, se entregó al ritmo contagioso de sus canciones desde la primera nota.

El repertorio incluyó éxitos que habían dominado las plataformas de streaming, como «Ra tan tan», la joya de 2021 que se convirtió en el videoclip chileno más visto en YouTube ese año. La energía en el estadio estuvo palpable, con los fanáticos coreando cada letra y sumergiéndose en la atmósfera que solo el Four Twenty o el 4:20 (como lo diga’ tú) y su sonrisa buena onda podía generar.

El músico hizo honor a su nombre, fusionando la potencia del fusil soviético AK-47 con el número de celebración de los amantes de la María Juana. Entregó fiesta y felicidad a los asistentes, saltando del escenario al parlante y del parlante al público para saludar a su fanaticada, sacarse fotos y tocar a su gente. Todo esto, no sin antes quitarse la polera, añadiendo un poco de piel a sus ojitos de piscina, sólo sumando así a su actitud cercana y cariñosa. Lo dio todo.

En el punto álgido de la noche, la conexión del artista con su público era evidente: una simbiosis musical que transformaba el estadio en un gigantesco club de fans.
Aunque el show se extendió un poco menos de lo esperado, la energía de AK4:20 se mantuvo constante. Su habilidad para mantener al público en vilo, con cada canción más famosa que la anterior, demostró por qué es considerado uno de los grandes nombres de la música urbana en Chile.

Al cierre del espectáculo, la multitud quedó con ganas de más, pero la noche aún tenía sorpresas reservadas. Los Charros de Luchito y Rafael, veteranos de guerra de la música ranchera, subieron al escenario para cerrar la velada de una manera única. Lejos de irse, la fanaticada de AK:420 se quedó para guarachar las cumbias rancheras y se quedó hasta la medianoche, momento de cierre del show.

Los Charros, conscientes de lo fundamental que resulta la constancia y la actualización en la música ranchera, demostraron que el género está más vivo que nunca. Clásicos como «Recuerdo Aquella Tarde», «Paisaje», «Triste Despedida», «Simpática y muy Bonita» y «Esta Locura» resonaron en el estadio, recordándonos por qué han sido una presencia constante en la escena musical chilena.

En una charla amena con Fanky, luego del show que realizaron en el exitoso Festival Ülkantun de Alto Biobío, Los Charros anunciaron emocionados la segunda parte de su historia, disponible en YouTube, y la celebración de sus 20 años como agrupación. Prometieron un 2024 lleno de sorpresas, nuevas colaboraciones y material fresco que pronto estaría disponible en las redes sociales.

Así, el 23 de febrero en Tucapel se convirtió en una fecha musical para dejar destacada entre los recuerdos, haciendo que esta noche veraniega quedara marcada en la memoria colectiva en esta ciudad de la precordillera.
Si quieres ver más, acá te dejamos una galería de fotos:
AK4:20: Four Twenty o el 4:20 (como lo diga’ tú)








Los Charros de Luchito y Rafael




El público:





