Álex Anwandter, conocido por su impacto en la música chilena a través de su trabajo con Teleradio Donoso y su extensa y prolífica carrera en solitario, da un nuevo paso en su trayectoria artística con la publicación de Mil noches de Sudámerica, su primer libro de poesía.
En Fanky estamos felices porque la editorial Hueders nos ha regalado la oportunidad de leer el libro y elegir tres de ellos a modo de adelanto exclusivo del libro que se presentará el 30 de agosto.
Sin más preámbulos acá te compartimos tres poemas de Mil noches de Sudamérica.
3 poemas de Alex Andwanter
CONGRESO INTERNACIONAL DE LA DESESPERANZA
Proclamamos tener un monte de pena:
Nuestra abuela entró de improviso en la
cocina
El hervidor cayó sobre su pie
se veía como una niña pequeña saliendo de la
ducha, confundida.
Hace un rato vimos un video:
un padre envolvía pedazos de niño
una pierna, un pie,
ligamentos en una manta
preparando el entierro.
Declaramos, pues, nuestras canciones inútiles
nuestro arte inerte, nuestras modas grotescas.
Hacemos notar que los vemos a todos y cada
uno de ustedes:
celebrando fiestas paganas, comiendo grasas
saturadas,
perdiéndose en las pantallas.
Como acto inicial de este Congreso
nos vamos a encerrar en la pieza
nos vamos a acurrucar solos, tristes
y vamos a llorar un buen rato,
para, al día siguiente, hacernos un café
sabiendo que el mundo es absurdo.
CONSULTA
El doctor me dijo que tengo
nueve semanas de vida;
que arregle mis asuntos,
le ponga comida a los pajaritos
y apague bien el gas.
A la novena semana
debería correr una maratón:
—y eso ¿para qué?, interrumpí—
Para impresionar, finalmente,
a este mundo que ignora
tu existencia, contestó.
Deslúmbralos, corazón:
en medio de la carrera
haz un canasto de mimbre
mimio de Chimbarongo
mientras cantas a cappella
una zamba espeluznante
Nadie nunca vislumbró
cantidad de talento junto
Tú, mientras todos boquiabiertos,
construiste un horno en magia
usando pelos de perritos
que llegaban del salón
Al final te mueres, claro
y la gente pestañea
y dice “¿en qué estábamos?”
un sabor ácido en su boca
mientras te quedas sin aire.
Solo le voy a decir una cosa, contesté:
a mi nadie me llama “corazón”
excepto amantes que cogí
en un pasillo sucio
con olor a cloruro de amonio
dispuestos ambos a perdernos en la noche.
MIS AMIGOS
Mis amigos fueron desapareciendo;
ya vivían en el margen, o casi
y fueron empujados por una mano invisible
hacia un peñasco triste y oscuro.
Uno los puede ver hacia abajo,
hacia el acantilado, pero ellos no nos ven.
Siguen sus quehaceres entre los arbustos,
piensan que tienen un trabajo y son maestros
de su oficio.
En sus mentes, la reunión que les cambia la
vida es mañana temprano; o mejor, no tan
temprano.
Uno se intentó matar en mis brazos,
su brazo suturado era un hoyo negro,
yo no me daba cuenta.
otro se asimiló en el primer mundo,
próximo a los atentados en el metro,
retribución por los pillajes de siglos.
muchos volvieron a sus pueblos ficticios,
abajo en los arbustos, que hacían las veces de
picadas y comodidad casera del sur
La niña rica que nos vendía drogas murió hace
poco
nadie preguntó cómo, menos por qué;
comunicaron el “sensible fallecimiento”.
Mentores, amantes, amigas, profetas,
sexo de una noche que apenas recuerdo,
al fondo del peñasco,
esperando que llegue el frío,
a ver si ese sueño nocturno
será -ahora sí les toca-, su último sueño.
Yo tengo un poncho en mis manos,
la noche se pone fría y más fría
y nunca sé si abrigarme y emprender camino
o bajar el cerro y tapar a mis amigos que
agonizan.
Como ves los poemas de Anwandter revelan una voz lírica que oscila entre lo íntimo y lo universal, abordando temas como la identidad, el deseo y la existencia.
Su estilo, reminiscente de su obra musical, se caracteriza por una mezcla de introspección y observación aguda del mundo que le rodea y marca además un tránsito por Sudamérica a la manera de una gira musical que va coleccionando elementos del entorno para fijarlos en una obra que propone una mirada, muy al estilo de su autor, donde el paisaje, la intimidad y la política son elementos primordiales.
«Siento que este libro llena un espacio que la música (y más específicamente las letras de canciones) no alcanzan a llenar. Algo más abstracto, más profundo, en el sentido que me permite entrar con más calma a algún tema, y más abocado al sabor del lenguaje. Las letras de canciones son un poco esclavas a la melodía y al formato bastante estricto de la canción popular, que es muy corta y sintética»

La transición de Anwandter de la música a la poesía no es casual. Ezra Pound, en su concepto de Melopeia, destacaba la íntima relación entre estas dos formas de expresión artística y es un motivo de celebración el ver que un artista chileno vuelve a jugar con estructuras y estilos que se comunican para amplificar su propuesta. Una conexión que se evidencia en la obra de numerosos artistas que han transitado entre ambos mundos, como Joaquín Sabina, Leonard Cohen, Patti Smith o Violeta Parra.
Bienvenido este hermoso poemario de Alex Anwandter!

¿Cuándo se presenta Mil noches de Sudamérica de Alex Awandter?
Alex Anwandter lanzará su primer libro de poesía, «Mil noches de Sudamérica», 30 de agosto, a las 19:30 horas, en la Sala A1 del Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM).
El libro es publicado por Editorial Hueders y la presentación estará a cargo de Bernardita Bravo y Felipe Cussen.

Agradecimientos de FANKY:
Agradecemos especialmente a Alex Anwandter y a Editorial Hueders por permitirnos compartir estos poemas y a Mariana Hales por la gestión siempre precisa y generosa.